viernes, 17 de junio de 2011

JARDIN ZEN









orquídea



¿ QUE ES UN JARDIN ZEN ?





Candles,Flowers,Glitter


Los jardines zen son muy populares en la tradición oriental, sobre todo en Japón, ya que se emplean con fines meditativos. Generalmente compuestos únicamente por arena, rocas y algo de vegetación, son espacios energéticos donde las personas que meditan buscan establecer el equilibrio y la armonía consigo mismos y el entorno que los rodea.















Los jardines zen, originalmente conocidos en Japón como karesansui son jardines secos que se empleaban antiguamente en los templos con fines de meditación y en donde todo se encontraba en su justo lugar para generar armonía y equilibrio. Si bien esta tradición se remonta a tiempos inmemorables, se ha mantenido en el tiempo y están viviendo actualmente, un interesante revival.












ABAJUR




Estos 
jardines zen consisten en un campo de arena de escasa profundidad. Además de arena, hay grava, rocas y ocasionalmente algo de hierba, musgo y otros elementos naturales. De todos modos, hay gente que los fabrica a pequeña escala para tenerlos en su propio hogar.












paz


Los jardines zen son de escasas dimensiones. De hecho, rara vez superan la dimensión de 10 metros por 30. La arena rastrillada (que puede tener diferentes trazos) indica la figura del mar. En torno a las rocas que se ubican, se forman anillos, como si estas formaran ondulaciones en el agua. En el resto del jardín, se rastrilla en paralelo a la plataforma que le da sus cimientos.













Estos jardines zen se realizan siguiendo proporciones sagradas y tienen múltiples lecturas, pero siempre siguiendo el múltiplo de tres, que según las creencias de los meditadores, confiere interesantes propiedades energéticas.















Aquellos que los fabrican a pequeña escala para tenerlos en su hogar, recomiendan colocarlos en la mesa de luz. Así, cuando uno no encuentra el horizonte, puede meterse en una realidad diferente y encontrar el equilibrio energético.




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El concepto de Jardín zen, proviene de la más milenaria historia y cultura del Japón. Los jardines japoneses en general, son ya famosos por su particular estructura. Cuando tú ves un jardín japonés lo identificas claramente y no lo confundes con otro tipo de jardín. Cuando además aprendes acerca de ellos (su estructura, sus elementos, sus principios) ya no olvidas el significado de cada elemento y comprendes (por qué no decirlo, valoras) la filosofía que existe alrededor de estos diseños.


Luz Violeta de Transmutación





Nada es caprichoso, ni se dispone de cierta manera así “porque sí”. El objetivo de estos jardines es conjugar un espacio de perfecta armonía del hombre (cuerpo y espíritu) con la naturaleza. En un post posterior, te describiré con detalle los elementos que componen un jardín japonés y brevemente describiré su significado y pertinencia respecto al conjunto.


Pero enfocándonos de lleno en el tema de hoy, dentro de los muchos estilos de jardín japonés, está presente el jardín zen. Este tipo en particular, consiste en lo que se denomina un “jardín seco“, que básicamente se compone de una gran superficie cubierta de grava o arena (en general blanca) a la que se suman algunos elementos naturales rocas, musgos y otros vegetales seleccionados.


Estos jardines se piensan y diseñan como si fuera un escenario; por tanto en general son espacios de no muy grandes dimensiones, o simplemente rincones. Se afirma que la arena representa el mar, y para dar un mayor impacto visual a esta idea, se hacen ondas o círculos en ella. Las rocas representan las islas de Japón y las marcas antes mencionadas suelen ser concéntricas en referencia a ellas.

Continuaré compartiendo algunos conceptos más acerca de estos bellísimos espacios. Por el momento te invito a disfrutarlo en imágenes.



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☆•*¨★Mariposa Azul★¨*•☆




SOLUCION ANTI-STRES
Desde su aparición, los jardines Zen se concibieron como una representación del cosmos. Una miniaturización donde las piedras representan las montañas, la arena la inmensidad del océano y un trozo de musgo un bosque frondoso. Además, para los japoneses también representan buena parte de su historia y están estrechamente relacionados con su desarrollo espiritual. En Occidente todavía no son muy conocidos y están considerados como una fórmula eficaz para combatir el estrés y el ritmo acelerado de la vida.
Uno de los monumentos más peculiares de la ciudad japonesa de Kyoto es unJardín Zen que tuve la oportunidad y placer de admirar con mis propios ojos. Toda una belleza. Tiene una superficie de arena cone 15 rocas, aunque en principio, tuvo 16. Cuenta la leyenda que cuando el jardinero terminó su obra llamó al emperador para que contemplara su jardín. “Te felicito. Es el más hermoso de los que he visto y esa roca es la más bella de todas”, sentenció el monarca. Al instante, el jardinero cogió la piedra señalada por el emperador, la sacó del jardín y la tiró al mar. Entonces le explicó a su señor: “Ahora todo está perfecto y el jardín puede contemplarse en armonía. Un jardín, como la vida, tiene que ser visto en su totalidad. Si nos detenemos en la belleza del detalle, el resto nos parecerá demasiado feo”.







UNA COMPOSICIÓN NATURAL



Los jardines Zen
 están formados por distintos elementos naturales (principalmente arena fina, piedras pulidas y cristales de cuarzo, pero también velas o conchas marinas) sabiamente dispuestos sobre una sencilla cajita de madera, barnizada o pintada a mano. Son jardines sin vegetación o paisajes secos (kare-sansui) en los que la arena cubre toda la superficie del recipiente como si fuera un mar en calma. La ausencia de cualquier riqueza material y su composición, a base de elementos muy simples, es el perfecto reflejo de la filosofía Zen, que predica máxima austeridad y sobriedad. Están concebidos para inspirar vitalidad, serenidad y favorecer la meditación (en sanscrito, Zen significa meditación).




Uno de los monumentos más peculiares de la ciudad japonesa de Kyoto es un Jardín Zen: una superficie de arena que contiene 15 rocas pero que, en principio, tuvo 16. Cuenta la leyenda que cuando el jardinero terminó su obra llamó al emperador para que contemplara su jardín. “Te felicito. Es el más hermoso de los que he visto y esa roca es la más bella de todas”, sentenció el monarca. Al instante, el jardinero cogió la piedra señalada por el emperador, la sacó del jardín y la tiró al mar. Entonces le explicó a su señor: “Ahora todo está perfecto y el jardín puede contemplarse en armonía. Un jardín, como la vida, tiene que ser visto en su totalidad. Si nos detenemos en la belleza del detalle, el resto nos parecerá demasiado feo”.







ELEMENTOS PARA UN JARDÍN SIN FLORES



• Arena. 
Neutraliza los malos pensamientos, las actitudes y emociones negativas, creando un ambiente de tranquilidad y serenidad. Un espacio de arena perfectamente alisado representa la inmensidad del mar. Los surcos pueden simbolizar los diferentes caminos que emprendemos en la vida.
• Piedras. Representan los obstáculos o las experiencias de la vida. Las que son irregulares y asimétricas contienen una mayor carga de energía. En la filosofía Zen nada pasa por casualidad y todo tiene una causa y un efecto. En un plano físico, representan las montañas.
• Cristales de cuarzo. Pueden recibir, almacenar y transmitir energías positivas y generan armonía. Su transparencia está relacionada con valores como la sencillez, la humildad y la modestia.
• Conchas o caracoles. Nos ponen en contacto con el mar y nos recuerdan su presencia. Representan la tranquilidad y la paz que se percibe ante la presencia de un mar en calma y el rumor constante de sus aguas.
• Velas. Ayudan en muchos procesos de meditación creando ambientes que propician el relajamiento. Sirven para iluminar el jardín con una luz sedante y natural. Dentro del jardín pueden colocarse pequeñas velas redondas y aromáticas. Si son alargadas es más conveniente situarlas fuera de él.














JARDIN ZEN VIRTUAL
LA RELAJACION ES EL PRINCIPIO DE LA MEDTACION
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AQUI SABRAS COMO.
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manualidad_jardin_zen.jpgLos jardines Zen están formados por distintos elementos naturales (principalmente arena fina, piedras pulidas y cristales de cuarzo, pero también velas o conchas marinas) sabiamente dispuestos sobre una sencilla cajita de madera, barnizada o pintada a mano.

Son jardines sin vegetación o paisajes secos (kare-sansui) en los que la arena cubre toda la superficie del recipiente como si fuera un mar en calma.

El realizar distintas figurasen el cuarzo u arena de nuestro jardín nos permite relajación y conectarnos con nuestro ser interior. Especial para niños.

Materiales:

Placa de telgopor-plumavit de 1cm de espesor 
Moldes Cinta de enmascarar Cartón de 2mm de espesor Pegamento universal Lija fina Recubrimiento de cemento Pinceleta Laca al agua wengue Accesorios: arena, rastrillo, piedras y velas pequeñas

Paso a paso:

1.- Marcar y cortar las piezas en placas de telgopor según los moldes.

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2.- Armar la estructura de telgopor pegando las partes entre sí.



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3.- Fijar con cinta de enmascarar.



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4.- Marcar y cortar las piezas de toda la estructura en cartón.



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5.- Forrar la estructura de telgopor pegando las piezas de cartón con pegamento universal. Lijar los vértices para integrar.



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6.- Preparar el recubrimiento de cemento y pintar la pieza. Dejar secar.



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7.- Colorear la superficie con laca al agua color wengue y armar el jardín ubicando la arena, las velas, las piedras y el rastrillo.

jardin_7.jpg




Esta mariposa se copia las flores del jardin mas bonito







Barriendo las impurezas


Cuento zen

Glitter Photos
Cuentan que un hombre mayor que había recorrido años y kilómetros en la búsqueda del camino espiritual, topó un día con un monasterio perdido en las sierras. Al llegar alli, tocó a la puerta y pidió a los monjes que le permitieran quedarse a vivir en ese lugar para recibir enseñanzas espirituales. El hombre era analfabeto, muy poco ilustrado, y los monjes se dieron cuenta de que ni siquiera podría leer los textos sagrados, pero al verlo tan motivado decidieron aceptarlo.
Los monjes comenzaron a darle, sin embargo, tareas que, en un principio, no parecían muy espirituales.."Te encargarás de barrer el claustro todos los días" -le dijeron.
El hombre estaba feliz. Al menos, pensó, podría reconfortarse con el silencio reinante en el lugar y disfrutar de la paz del monasterio, lejos del mundanal ruido.
Pasaron los meses, y en el rostro del anciano comenzaron a dibujarse rasgos más serenos, se lo veía contento, con una expresión luminosa en el rostro y mucha calma. Los monjes se dieron cuenta de que el hombre estaba evolucionando en la senda de la paz espiritual de una manera notable. Un día le preguntaron: ¿"Puedes decirnos qué práctica sigues para hallar sosiego y tener tanta paz interior?" -"Nada en especial. Todos los días, con mucho amor, barro el patio lo mejor que puedo. Y al hacerlo, también siento que barro de mí todas las impurezas de mi corazón, borro los malos sentimientos y elimino totalmente la suciedad de mi alma".

ESTE HERMOSO CUENTO NOS MUESTRA CON PERFECTA CLARIDAD HASTA QUE PUNTO EL CAMINO QUE NOS LLEVA HASTA LA PLENITUD  NO PASA POR CURSON, NI CONOCIMIENTOS NI CANALIZACIONES, NI POR UNA "TRAYECTORIA" DE AÑOS EN LOS CAMINOS DE LOS MAESTROS aunque todo esto pede ayudar bastante
ESTE HOMBRE DEL CUENTO SOLO PUSO UN ESFUERZO PLENO Y CONFIADO EN DEPURAR SU INTERIOR CON FE Y CONSTANCIA




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